limites de placas y formacion de montañas
Limite de placas convergentes
Cuando dos placas colisionan o se separan se originan tres tipos de bordes:
- En los límites convergentes o destructivos, por esfuerzos compresivos, una placa (la más densa) se subduce debajo de otra, como es el caso de Centroamérica, donde la placa de Cocos se subduce debajo de la placa de Caribe, o bien, no hay subducción y los esfuerzos compresivos originan cordilleras montañosas muy altas, como la coordillera del Himalaya.
- En los límites divergentes o constructivos, los esfuerzos tensionales (las direcciones de deriva de las placas que son opuestas entre sí) separan las placas, dando paso al ascenso de material desde el manto. Un ejemplo de este tipo de límite se puede observar en la isla de Islandia.
- Finalmente, en los límites de falla transformante o pasivos, donde dos placas se desplazan lateralmente una respecto a la otra, no se forma ni destruye litosfera. Un ejemplo claro de este caso es la famosa falla de San Andrés, límite entre la placa de Pacifico y la placa Norteamérica, o el límite entre las placa Antártica y la placa Australiano-India (figura de abajo) Cuando interaccionan placas que convergen, una de ellas se hunde bajo la otra (subducción).
En las zonas de subducción es donde se destruye litosfera. Tipos:
- Océano-océano (borde oceánico converge con borde oceánico). En este caso una de las placas se hunde bajo la otra dando lugar a una fosa oceánica (son las mayores depresiones del planeta). La placa que subduce (introduce debajo) se funde originando procesos magmáticos y volcanes en superficie, si éstos son suficientemente altos aparecerán como islas volcánicas (denominadas arcos islas). Ejemplo de arcos islas son las Aleutianas, Kuriles, Japonesas, Filipinas, Marianas, Antillas, islas de Tonga, Java, Sumatra, etc. originadas todas ellas por la colisión entre diversas placas.
- Continente-océano (borde continental converge con borde oceánico). Es el caso de la costa pacífica de Sudamérica, donde la litosfera oceánica más densa y delgada se hunde bajo el continente incorporándose sus materiales al manto. A este proceso se le denomina subducción. Se produce la formación de fosas oceánicas en la zonas de inflexión de la placa que se curva al subducir. La superficie de contacto entre la litosfera oceánica y continental es inclinada (45º) y se denomina superficie de Benioff.
Estas zonas son de gran actividad sísmica y volcánica. La presión que ejercen las dos placas provoca la formación de pliegues que dan lugar a cordilleras paralelas a la costa denominados orógenos perioceánicos. Los magmas ascienden por las grietas y dan lugar a una intensa actividad volcánica en la cordillera. Por ejemplo la cordillera de los Andes se forma por la convergencia de las placas de Nazca y la Sudamericana.
- Continente-continente (borde continental converge con borde continental). Si en una zona de subducción continente-océano, la placa oceánica que subduce lleva "arrastrando" un continente, éste se ira acercando al primero hasta que entre en colisión con él. Los sedimentos que se habían depositado en el océano (ahora desaparecido) se deforman, dando lugar a una cordillera de grandes dimensiones (orógeno intracontinental)
- Continente-continente (borde continental converge con borde continental). Si en una zona de subducción continente-océano, la placa oceánica que subduce lleva "arrastrando" un continente, éste se ira acercando al primero hasta que entre en colisión con él. Los sedimentos que se habían depositado en el océano (ahora desaparecido) se deforman, dando lugar a una cordillera de grandes dimensiones (orógeno intracontinental)
Este es el caso de la cordillera del Himalaya, que se origina por la colisión entre la placa Indoaustraliana y la placa Euroasiática. También los Urales, Alpes, Pirineos, etc.
Las montañas son elevaciones naturales del suelo de, como mínimo, 700 metros desde su base y se agrupan en Sierras o en unidades mayores, llamadas Cordilleras. Agrupadas en unidades pequeñas o majestuosamente grandes son, sin duda, las formaciones geológicas más espectaculares de nuestro planeta, sin embargo, conocemos muy poco acerca de su formación…
En la formación de montañas intervienen factores endógenos (internos) y exógenos (externos). La formación propiamente dicha de las montañas se denomina orogénesis y viene condicionada por factores internos, tales como las alteraciones de la capa terrestre y los movimientos en las placas tectónicas. En cambio los factores externos, es decir, los factores climáticos moldean la forma cónica de la montaña.
Las montañas se forman de modo general, por los plegamientos y deformaciones del relieve terrestre, que originan las placas tectónicas, al actuar o chocar entre ellas. Cuando 2 placas chocan, generalmente, una se pliega y se eleva, formando una montaña, mientras que la otra, se hunde hacia las profundidades de la Tierra. La placa que es forzada hacia abajo se derrite si sus bordes llegan hasta una profundidad con temperaturas lo suficientemente altas. La corteza derretida tiene tendencia a subir de nuevo hacia la superficie contribuyendo a la formación de volcanes y islas.
El factor externo principal responsable de la forma de la montaña es el agua, procedente de las lluvias o del derretimiento hielo que suele formarse en las cimas de las montañas. A medida que el agua va desciendo desde la cima hacia la base va arrastrando sedimentos y erosionado la montaña. Los sedimentos que va arrastrando el agua a lo largo de su camino, se van depositando en la base de la montaña, que adquiere, como consecuencia, esa típica forma cónica que tanto caracteriza las montañas.
Durante millones de años, esta erosión va desgastando la montaña hasta que, finalmente, desaparece.
Durante millones de años, esta erosión va desgastando la montaña hasta que, finalmente, desaparece.
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